Trastorno por aversión al sexo
Terapia por aversión al sexo
El trastorno por aversión al sexo
En cualquier relación o acercamiento sexual humana, es bueno comprender que cada persona interpreta de manera diferente sus respuestas sexuales. Masters y Johnson, en su libro “Respuesta sexual humana”, describieron cuatro fases sexuales, entre ellas:
- Deseo: fase de inicio ante la estimulación sexual, puede ser de tipo psicológico (fantasear, imaginar, tener pensamientos) o físico (caricias).
- Excitación o meseta: durante esta fase se mantiene la estimulación sexual. Aumentan los niveles de vasocongestión y miotínia.
- Orgasmo: Cuando la excitación alcanza su punto más álgido, se produce una descarga neuromuscular explosiva que logra el clímax.
- Resolución: de forma progresiva tras la tensión sexual vivida se vuele al estado previo de la fase de deseo. Suele durar entre 15 o 30 minutos.
Cuando encontramos cualquier déficit o insatisfacción sexual, se organizan dentro de una de estás cuatro fases, en el caso del trastorno de aversión sexual, se encuentra dentro de la Fase de deseo.
¿Qué es el trastorno de aversión sexual?
El trastorno por aversión al sexo consiste en la evitación persistente motivada con el simple hecho de pensar en un acto sexual. Este pensamiento, reiterativo, hace que se experimente altos niveles de ansiedad que produce un miedo intenso que provoca a la persona evitar de manera reiterada tener un contacto sexual. Este contacto sexual puede ser desde la zona genital de una persona e incluso la evitación en relacionarse con ninguna persona que pueda parecer una relación más estable. Lo que significa, que este problema influye de manera directa en las relaciones íntimas y sentimentales a largo plazo, lo que conlleva un gran sufrimiento para quien lo padece. Es más frecuente que ocurra a mujeres, pero puede afectar a cualquier hombre.
En algunos casos ese miedo o rechazo intenso se puede considerar como una fobia.
¿Por qué ocurre?
Existen varias tipologías que explican cual pueden ser el motivo de que se produzca esta aversión.
- Aversión sexual primaria: la emoción de rechazo se ha sentido desde que se tiene consciencia, ya sea en su infancia o en la adolescencia, puede haber sufrido abuso sexual, violación, etc. Existen otros casos, en los que el área familiar o moral influyan en esta aversión. En el caso familiar, puede que se haya proporcionado una información con una mirada perjudicial sobre el tema, una perspectiva restrictiva como puede ocurrir en personas con valores religiosos.
- Aversión sexual secundaria: el origen es una experiencia sexual traumática, desagradable o abuso sexual o violación. Las personas que desarrollan en este punto una aversión sexual experimentan la aversión tras el suceso traumático y no antes. En ocasiones, sentirnos presionados por la pareja con el fin de experimentar determinadas prácticas sexuales, puede también influir en este tipo de aversión. Tener relaciones sexuales dolorosas o lo llamado dispareunia, puede también influir en la aversión sexual.
Síntomas
Síntomas psicofisiológicos
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Nauseas y/o vómitos.
- Tensión muscular
- Sensación de asfixia o falta de aire.
- Sudoración.
Síntomas cognitivos
- Vergüenza de su imagen corporal, genitales o experiencias sexuales.
- Miedo obsesivo.
- Terror al placer sexual.
- Pensamientos obsesivos y dudas que cuestionan sus propias creencias sexuales.
- Preocupación por la actividad sexual de los otros.
- Temor excesivo por las enfermedades de transmisión sexual.
Síntomas conductuales
- En muchas ocasiones, con el fin de evitar situaciones en las que exista contacto sexual se abandona la higiene.
- La evitación reiterada del contacto sexual propicia que la persona forme parte de varias actividades que le sirvan de excusa para no propiciar un encuentro sexual o relación sentimental.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento es disminuir la respuesta ansiogena de la persona que solicita ayuda, que se alcance de manera progresiva un nivel de satisfacción con respecto a las relaciones sexuales, y mejorar la calidad de vida en la pareja si es el caso.
- Psicoterapia Individual o de Pareja
- Terapia Cognitivo Conductual, Terapias de tercera generación, desensibilización sistemática, técnicas de exposición, técnicas de reprocesamiento del trauma (en caso necesario) con la finalidad de reducir la angustia.
Preguntas frecuentes
En realidad, evitar el sexo es una respuesta conductual a la emoción de miedo. El 5% de las consultas en terapia sexual están relacionadas al tener miedo a las relaciones sexuales.
No tiene por qué, no está relacionado con el bajo deseo, puede ser temporal o permanente.
En la actualidad, salvo que el origen de esta aversión no se deba a alguna mala experiencia, el miedo aumenta porque el sexo se comenta y se compara socialmente.
Actualmente, en el sexo la competitividad se ha pasado también al ámbito de la cama, la sociedad competitiva hace que el miedoso se vuelva exigente.
Si sientes fobia al contacto sexual y te genera un gran malestar, probablemente tengas una aversión. El bajo deseo sexual se relaciona con la pérdida de interés.